Una serie de recomendaciones para lograr los resultados que buscas.
Aunque para el sector empresarial existe un poco de incertidumbre sobre las variables macro económicas por factores como la entrada del nuevo gobierno, los ajustes de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otras circunstancias externas, es un hecho que las industrias de software y soluciones son sin duda de las que seguirán creciendo, pues están en pleno auge.
Sin embargo, cualquier empresa, de cualquier industria o sector, debe prepararse para enfrentar el 2021 con sus mejores herramientas y de esta manera lograr mantenerse en el mercado de forma competitiva.
La planeación estratégica es un proceso que define el rumbo y el objetivo de una organización en un plazo determinado. En vísperas de un año nuevo, es importante que los encargados de dirección sepan exactamente cuáles son sus expectativas y plasmen acciones concretas sobre cómo llegarán a ellas, con qué recursos y quiénes se encargarán de cada parte del plan. A este proceso pueden sumarse los encargados de otras áreas, si así se requiere.
Hay varias metodologías que puedes aplicar para realizar una planeación efectiva, como el Tenstep o Hoshin Kanri (el método de la brújula), que se basa en la mejora continua.
A continuación, te dejamos algunos de los puntos básicos que debes tomar en cuenta para lograr los resultados que buscas:
Debes saber quiénes son tus clientes presentes y a quiénes quienes llegar en el futuro.
Es importante conocer qué productos o servicios ofreces actualmente, cuáles deberían seguir en el futuro, cuáles eliminar, crear o implementar.
Es necesario saber cuáles son tus fortalezas y áreas de oportunidad de tu organización y de aquellas con las que compites directa o indirectamente.
Cada cierto tiempo, es importante revisar la misión de tu empresa y ajustarla a las variantes que suceden tanto interna con externamente.
Se debe revisar la forma en que colaboradores, proveedores, clientes y accionistas (de ser el caso) ven a la empresa, pues al tener una perspectiva de 360 grados se podrá analizar hacia dónde deben ir orientados los esfuerzos.
Debe haber un objetivo general del que se desprenderán el resto. Estos deben ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y en tiempo, por sus siglas en inglés). En esta parte también tienes que analizar:
FODA: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas.
¿Que se hará con los productos/servicios y clientes futuros?
La misión y visión de la compañía.
Los problemas actuales.
Este análisis te ayudará a definir los ajustes a la estructura de la empresa, en cuestiones técnicas, de personal, logística, servicios internos, instalaciones, etc..
Se debe definir los gastos, estimar los costos y considerar las variantes, para determinar cuánto debes vender y por qué utilidad debes trabajar.
Es importante considerar los posibles escenarios ajenos a ti y tener un plan adicional que pueda ajustarse a las novedades en el mercado para que de esta manera no se vulneren los planes de tu empresa.
Se hará de una forma similar a la planeación general, de manera que las actividades a implementar estén alineadas al objetivo corporativo.
Es importante darlo a conocer al resto de la organización para que con el esfuerzo de todos se logre cerrar el año planeado con los mejores resultados.
El último trimestre del año es el ideal para iniciar y concretar una planeación que resulte efectiva. Sin embargo, por más estructurada que esté, no servirá de nada si no se lleva a cabo, por lo que es indispensable revisar los avances al menos trimestralmente y asegurarse de que camine conforme a lo estipulado.