Es importante generar esquemas de capacitación para la atracción, generación y retención del talento para lograr la oferta necesaria, incrementar las capacidades de las empresas y atraer inversiones extranjeras.
Actualmente, mantenerse al día en un entorno tan competitivo en el mundo de los negocios es posible gracias a las tecnologías de la información. Las empresas, en el intento por seguir vigentes e innovando, apuestan a la inversión del sector y a incrementar la oferta del capital humano en la industria de TI.
Específicamente en Guadalajara hay cerca de 20 universidades e institutos especializados en tecnología, lo que representa alrededor de 85 mil graduados al año que buscan un espacio en diseño, codificación e ingeniería en start-ups.
Por su parte, México tiene casi 625,000 profesionales de TI, 400 mil de ellos especialistas en software; la mayoría hablan inglés como segundo idioma.
Además, datos de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología revelaron que en los últimos dos años se invirtieron cerca de 120 millones de dólares en alrededor de 300 empresas, lo que llevó al Estado a exportar cerca de 21 mil millones de dólares al año en productos y servicios tecnológicos.
Mientras en América Latina hubo una carencia de casi 300 mil profesionistas en Tecnologías de la Información en 2015, en México dicho sector creció 41% según el estudio “Networking Skills Latin America”.
Con estos avances, el sector ha sabido conocer la necesidad de tener capital humano altamente calificado para el desarrollo de las empresas de forma sostenida.
Ante ello, es innegable que las nuevas tecnologías inciden en la productividad de los trabajadores y la competitividad, pues están presentes en todos los aspectos de nuestras vidas y por ende, determinan la forma de trabajar. Desde las estrategias empresariales hasta la organización de un negocio se llevan a cabo con un pensamiento digital.
El mercado de servicios de TI está evolucionando para ofrecer servicios automatizados que mejoren la vida de las personas y a su vez generen productividad y eficiencia.
Además, el uso apropiado de las tecnologías permitirá una mayor producción, mejor calidad y en menos tiempo. También la automatización de procesos, los nuevos sistemas, la investigación, el desarrollo y los equipos son parte de las ventajas de esta era que permitirán aumentar la productividad al facilitar las tareas, pues muchas cosas que antes hacían los colaboradores, ahora las hacen las máquinas, lo que permite enfocar su trabajo en cuestiones más rentables.
Sin embargo, es importante generar esquemas de capacitación para la atracción, generación y retención del talento para lograr la oferta necesaria, incrementar las capacidades de las empresas y atraer inversiones extranjeras.
En un mercado que está en constante cambio, juntos, la tecnología y la productividad son indispensables para llevar el éxito a cualquier empresa, aunque, principalmente las Pymes, deben ser conscientes de la necesidad de modificar su forma habitual de trabajo y adaptarse a lo que hay actualmente y a lo que viene a futuro.