La teoría tradicional del capital humano pone el foco en el desarrollo de las capacidades productivas de las personas. Pero esa parece ser solo la punta del iceberg.

El capital humano hace referencia al conjunto de inversiones que una compañía realiza en sus trabajadores a fin de que puedan mejorar sus capacidades y desempeño en el ámbito laboral. Es decir, que tiene que ver con todas aquellas actividades que mejoran la productividad, y que contribuyen al desarrollo de las actividades de una compañía en cualquiera de sus áreas y sectores.

Un ejemplo muy claro de inversión en capital humano son los cursos y capacitaciones. La capacitación contribuye con el aprendizaje de conocimientos y destrezas que un trabajador podrá aplicar luego en su ámbito de trabajo para ser más eficiente. Otro ejemplo ⏤aunque muchas veces descuidado⏤ es el cuidado de la salud. La salud física y mental tienen un efecto directo en el rendimiento laboral, derivado de su influencia en las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los trabajadores.

Estos aspectos característicos del capital humano son, sin dudas, los más importantes y conocidos por las empresas. 

Pero junto a ellos existen un sinnúmero de actividades cuyo impacto en el bienestar de los trabajadores puede ser decisivo, aunque a veces no resulte tan evidente, por ejemplo:

• la actividad física en el lugar de trabajo;

• el dedicar tiempo laboral a proyectos personales;

• la flexibilidad horaria;

• los entornos de trabajos híbridos;

• la oferta de alimentos saludables en los comedores;

• la capacitación en habilidades creativas y culturales;

• el entrenamiento en mindfulness o atención plena.

La teoría tradicional del capital humano pone el foco en el desarrollo de las capacidades productivas de las personas; estas son las que importan, porque en definitiva es con ellas que se afecta el capital económico de la empresa en función de su desarrollo y competitividad. 

Sin embargo, factores como los mencionados arriba juegan un papel fundamental en la calidad de vida de los trabajadores, y por ello cada vez más empresas invierten tiempo y recursos en desarrollarlos a la par de otras medidas habituales, como la capacitación en habilidades laborales de alta demanda, o el diseño de espacios de trabajo alineados a las mejores de prácticas de salud, seguridad e higiene. 

¿Qué es lo que preocupa a estas compañías?

• La falta de compromiso en los colaboradores.

• La rotación permanente de personal, sobre todo entre las personas más jóvenes.

• Los talentos que se forman y luego se van a otras compañías.

• La baja motivación y su impacto en la productividad.

Todos estos problemas pueden abordarse con una política de capital humano sensible, que permita desarrollar una cultura organizacional resiliente y permeable a la diversidad de personas y situaciones propias de la compañía. Esa es la fórmula para retener al talento y mejorar la productividad; pero es muy difícil lograrlo si no se cuenta con las herramientas de gestión adecuadas.

La gestión del capital humano con Talentry

La gestión del capital humano puede llevarse a cabo más fácilmente (y de manera eficiente) a través de herramientas como Talentry, especialmente diseñadas para facilitar la planificación y el desarrollo de actividades orientadas al bienestar de las personas en el ámbito laboral.

De hecho, una solución de capital humano adecuada puede ser un antes y un después en una organización, ya que ayuda a mejorar el clima laboral y la productividad a través de políticas inteligentes.

¿Cómo lo logra?

• Digitalizando los procesos de recursos humanos para conocer de cerca el recorrido de tus empleados en la compañía, sus intereses, habilidades y desafíos por delante. 

• Administrando el talento con soluciones para reclutamiento, incorporación, desempeño, compensación, aprendizaje y desarrollo. 

• Facilitando la implementación sistemática de una metodología integral para la gestión del cambio. 

• Apoyando a sus colaboradores dondequiera que trabajen con una solución global de recursos humanos, seguimiento de horarios, gestión de beneficios, y prestación de servicios. 

• Brindando acceso a analíticas e información estratégica basada en datos sobre la fuerza laboral, detectando tendencias y utilizando insights inteligentes para optimizar la planificación estratégica del personal.

Como solemos decir en Tesselar, una cultura organizacional exitosa ⏤capaz de retener el talento e impulsar la productividad⏤ es aquella que integra las actitudes y el compromiso de los trabajadores, el respeto, la ética y el profesionalismo. Todo ello conlleva a que la empresa obtenga resultados competitivos y se posicione mejor en el mercado. 

Por eso impulsamos la adopción de soluciones como Talentry, única en el mercado a la hora de ayudar a las compañías a desarrollar de forma inteligente su capital humano.