Conoce las ventajas y diferencias de los distintos modelos de nube.

En nuestro trato con los clientes siempre surgen dudas acerca de diferentes aspectos de los servicios de nube, y entre ellas, una de las consultas más habituales tiene que ver con las nubes públicas y privadas.

Entonces, ¿qué es una nube pública?

Una nube pública es una plataforma gestionada por un proveedor que facilita que los recursos y servicios de una organización estén disponibles a través de internet para usuarios remotos en cualquier parte del mundo. Es “pública” porque, aunque cada empresa tenga asignados sus propios recursos, los servidores son controlados por el proveedor y el servicio se ofrece a cualquier empresa que lo requiera.

Las nubes públicas más conocidas y utilizadas actualmente son Amazon AWS, Microsoft Azure y Google Cloud, y los servicios suelen incluir diferentes elementos de infraestructura de TI, como máquinas virtuales, bases de datos, aplicaciones, y almacenamiento, entre muchos otros. 

Sus principales ventajas son:

• Un ahorro significativo de costos de inversión en infraestructura TI.

• Una rápida escalabilidad para satisfacer la carga de trabajo y las demandas de los usuarios.

• Menos recursos sin utilizar, ya que las empresas solo pagan por lo que usan.

Las nubes privadas

Una nube privada, como su nombre indica, es una infraestructura de nube para uso exclusivo de una sola organización. En este caso, la nube es propiedad, está administrada y es operada exclusivamente por esa organización, obteniendo así una mayor flexibilidad a la hora de configurar y trabajar con cualquier aplicación.

Si bien la nube privada ofrece un mayor nivel de control y seguridad, también requiere que la organización compre y mantenga toda la infraestructura, y adquiera y retenga la habilidad para hacerlo. Esto hace que sea significativamente más costosa. 

Elegir una nube privada tiene sentido cuando se necesitan niveles estrictos de seguridad y privacidad de datos que no se cumplen en la nube pública. Frecuentemente esto aplica para organizaciones que están altamente reguladas y necesitan datos alojados de forma privada y segura. Otras compañías que pueden elegir una nube privada son aquellas que por su tamaño están en condiciones de afrontar los costos y capitalizar las ventajas de contar con infraestructura propia.

Los entornos híbridos

Cuando una organización quiere aprovechar la nube tanto por su eficiencia como por su ahorro de costos, pero también quiere seguridad, privacidad y control local, busca la nube híbrida, un punto medio entre las nubes públicas y privadas. 

La nube híbrida utiliza una combinación de al menos una nube privada y una pública. En ocasiones puede constar de múltiples nubes privadas y públicas, utilizando muchos servidores activos, físicos o virtualizados, que no forman parte de la nube privada. De esta manera, las organizaciones pueden mantener cada unidad comercial en el formato de nube que mejor se adapta a sus requerimientos. 

Un aspecto a considerar es que, con los entornos híbridos, las empresas tienen que administrar múltiples plataformas y aspectos de seguridad, asegurándose de que todas las propiedades de la nube puedan comunicarse sin problemas entre sí.

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