No cabe duda de que reemplazar un ERP no es un proceso simple ni rápido, pero los beneficios pueden ser significativos si se selecciona e implementa correctamente.
¿Te has preguntado alguna vez si tu sistema ERP está cumpliendo realmente con tus necesidades? Es probable que nadie te haya hecho esa pregunta directamente, pero quizás tú mismo te lo has cuestionado. Si alguna vez has tenido dudas acerca de si tu sistema podría ser mejor de alguna manera, seguramente es hora de evaluarlo.
Como mínimo, es una buena práctica revisar continuamente el rendimiento de tu sistema y detectar áreas de mejora antes de que se conviertan en problemas serios.
Incluso aquellas personas que creen encontrar un sistema ideal para sus necesidades actuales, se terminan dando cuenta de que esas necesidades cambian. Por eso, es fundamental estar al tanto de cómo tu ERP soporta tus operaciones actuales y detectar tendencias que podrían generar problemas.
El término "ERP heredado" suele asociarse con tecnología antigua o sistemas obsoletos. Sin embargo, muchos de estos sistemas se actualizan regularmente y pueden adaptarse a nuevas necesidades. Las actualizaciones no son obligatorias, pero es crucial asegurarse de que tu sistema esté al día con las mejoras disponibles, especialmente si has detectado problemas o tendencias preocupantes.
¿Cómo puedes hacerlo? Pues para empezar, realizando una autevaluación que te permita detectar alguna de estas situaciones:
Tu sistema no cumple con nuevos requisitos o limita nuevas iniciativas.
No soporta nuevas tecnologías o lo hace con dificultad, altos costos y retrasos.
Las funciones son difíciles de aprender y usar, afectando la eficiencia.
El tiempo de respuesta es lento y el almacenamiento de información es inadecuado.
El sistema es costoso de mantener y el soporte es insuficiente.
Estos problemas suelen evolucionar lentamente y pueden ser difíciles de reconocer hasta que se convierten en obstáculos serios para tu negocio.
¿Qué es más costoso, mantener un sistema heredado o implementar uno nuevo que sea más eficiente?
Muchas empresas se sorprenden al descubrir cuánto cuesta realmente mantener su ERP en funcionamiento. Además de las tarifas del proveedor, debes considerar los costos continuos de servicio y soporte, así como los gastos internos de tu departamento de TI. Es importante incluir los costos de las posibles actualizaciones necesarias para resolver problemas anticipados.
Recuerda que los costos seguirán existiendo, incluso si decides actualizar tu sistema o cambiar a uno nuevo, especialmente si optas por mantener un sistema on-premise. La estructura de costos para soluciones en la nube (SaaS) es diferente, pero igual necesitarás un punto de comparación para tomar una decisión informada.
La pregunta entonces es, ¿cuánto costaría un nuevo sistema?
Implementar un nuevo sistema ERP puede ser una de las inversiones más grandes que una empresa realice en un año. Sin embargo, si lo consideras en el contexto de los beneficios y lo comparas con lo que actualmente gastas en mantener tu sistema, es probable que el costo sea ampliamente justificado.
En nuestro artículo sobre costos de implementación de SAP Business One revisamos algunos de los aspectos más importantes que deberías tener en cuenta al evaluar el costo de un nuevo sistema.
Al tomar una decisión de esta magnitud, la mayoría de las empresas realiza un análisis de costo-beneficio. Los costos son fáciles de calcular, pero los beneficios van más allá de los ahorros directos en TI. Mejoras en la eficiencia, el servicio al cliente y el entorno de trabajo pueden justificar plenamente la inversión en un nuevo sistema ERP.
Llevar adelante una evaluación del índice de madurez digital de tu organización puede ayudarte a dar el paso, ya que esto no solo proporciona una visión clara del estado actual de una empresa, sino que también permite trazar un camino hacia un desarrollo digital más avanzado en el que, sin dudas, los sistemas ERP son esenciales.
Luego, es importante buscar socios estratégicos como Tesselar que te ayuden a ordenar la información y te guíen hacia una decisión adecuada que contemple no solo el costo-beneficio actual, sino también los beneficios a mediano y largo plazo de utilizar un sistema moderno. En nuestro artículo acerca de cómo elegir un software ERP sugerimos algunas claves que no puedes dejar de tener en cuenta.
No cabe duda de que reemplazar un ERP no es un proceso simple ni rápido, pero los beneficios pueden ser significativos si se selecciona e implementa correctamente. El tiempo que tomará depende de muchos factores, incluyendo la complejidad de la organización y el compromiso del equipo de implementación. Aunque el proceso puede ser disruptivo, una implementación bien planificada puede minimizar el impacto y maximizar los beneficios.
Teniendo en cuenta que elegir un ERP es una decisión estratégica que impactará en el futuro de tu negocio, tómate el tiempo necesario para evaluar tus necesidades, comparar las diferentes opciones y seleccionar el ERP que mejor se adapte a tu empresa.
Y si necesitas ayuda, ten en cuenta que en Tesselar llevamos más de 16 años trabajando con organizaciones de todos los tamaños e industrias, implementando soluciones ERP y contribuyendo con su transformación digital.