Todas las empresas buscan aumentar su productividad para que sus negocios crezcan y obtengan más ganancias, pero ¿qué están haciendo para lograrlo?
En la actualidad un tema que no puede quedar de lado es el capital humano, pues cuidar al colaborador y su entorno tiende a dar buenos resultados. Por ello, muchas empresas han adaptado sus formas de trabajo a las nuevas generaciones que buscan empleos que les permitan combinar su vida laboral con otras actividades.
La productividad empieza a buscarse desde el proceso del reclutamiento, pues deben escoger perfiles que encajen con la organización, las formas de trabajo, los objetivos y colocar a las personas en las áreas en donde puedan desenvolverse y hagan brillar sus calidades.
Emplear a las personas incorrectas o en cargos que no son los adecuados, puede ocasionar que aumente la rotación de personal, aunque hay quienes consideran positivo que lleguen mentes con nuevas ideas para alcanzar el éxito.
Además, es importante dotar al colaborador de las herramientas, las instalaciones y el ambiente necesarios para que desarrolle su trabajo de la forma más proactiva posible. La tecnología juega un papel indispensable y puede aumentar la productividad si las personas la utilizan correctamente. Por ejemplo, si el puesto así lo requiere, cada integrante de la organización debe tener a su disposición una computadora o un teléfono celular adecuado para hacer mejor su trabajo.
También se ha optado por incluir horarios flexibles, códigos de vestimenta más casuales o el uso de uniformes según sea necesario, bonos, instalaciones modernas e innovadoras o incluso espacios de recreación. Otras fomentan la comunicación de puertas abiertas con el afán de buscar un ambiente de confianza y mejorar las relaciones internas.
Todo esto responde a las exigencias de las nuevas generaciones, para quienes el trabajo no es el eje central de su vida y buscan un empleo que pueda darles un balance para desarrollar otras actividades ya sea personales, académicas, recreativas o deportivas, por lo que las organizaciones deben adaptarse a estos cambios o de lo contrario quedarán obsoletas.
Sin embargo, al buscar ser más flexibles, será importante que los líderes de las empresas definan y fortalezcan las responsabilidades de cada colaborador y sus mediciones para evitar que sus esfuerzos se desvíen del objetivo principal y lograr que todas las actividades estén orientadas a cumplir la misión.
También es importante que el colaborador aprenda a administrar su tiempo y trabaje con una agenda para priorizar sus actividades y dedicar el tiempo establecido a cada tarea. La calidad y la productividad tienen que ir de la mano y hacer las cosas bien a la primera es vital.
Pero no todo está en lo que dé empresa. También inciden factores que dependen completamente del colaborador, como tener la voluntad de ser una persona productiva, estar preparada para serlo y conocer el objetivo de su puesto. De lo contrario, por más que se brinden todas las herramientas para desempeñar exitosamente un trabajo, esto no sucederá porque no existe el mismo compromiso de ambas partes para lograrlo.
En Tesselar tenemos la solución perfecta que combina una cultura organizacional exitosa basada en valores con el fortalecimiento del cuidado del capital humano para que cada colaborador enfoque su potencial en el objetivo principal de la empresa.